Mapa Teatro presenta una obra donde los dioses no descienden para solucionar los conflictos y las contradicciones de los humanos: su espacio, en la tragedia contemporánea, está vacío, y es desde esa ausencia que se interroga la obra de Esquilo. Hemos querido instalar las máquinas simbólicas de la muerte, la venganza y la justicia que ya los mitos y los poetas trágicos había visionado para hablarnos a los hombres, en cualquier tiempo y en cualquier lugar, sobre la dinámica de la vida y de la historia.
"Como una cruda metáfora contemporánea y una síntesis dramatúrgica que se extiende desde Esquilo hasta Beckett, Brecht y Müller, Orestea Ex Machina de Mapa Teatro rompe con la escena, hace sentir miedo de la crisis humana al espectador, lo lleva al dolor, a la náusea, a la incógnita (...). ¡Es que estamos a finales de siglo! Esa sola frase podría definir lo que significa una propuesta como la de Mapa Teatro. Este no es un montaje de una tragedia griega, es un montaje de una tragedia colombiana contemporánea y con grandes caracteres universales, sin localismos ni referencias inmediatas, caracterizadas ni caricaturescas"
Alejandro Torres. Mapa de una sinfonía desconcertante. La Prensa, Bogotá, 20 de julio de 1995.
“Los espectadores de Orestea Ex Machina, montada por el grupo Mapa Teatro, suben a las escaleras de un avión y emprenden un recorrido a lo lago del estrecho callejón de los sótanos de la Biblioteca Nacional. (...) El espacio es sobrecogedor; en los muros hay rastros de vigas y pisos caídos, y al fondo, en el techo, se ven las tuberías descubiertas, como las entrañas del edificio. (...) Se han colocado cinco camillas cromadas, que ayudan a dar un ambiente más frío. De delgados cables cuelgan ganchos filudos y brillantes. Se tiene la impresión de estar en una morgue en horas muertas, a la espera de cadáveres para ser procesados".
El Mapa de la tragedia. El Espectador, Bogotá, 17 de julio de 1995.
